Nicasio Urbina – LALT https://latinamericanliteraturetoday.org/es/ Latin American Literature Today Wed, 25 Sep 2024 03:35:53 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7 El caballo dorado de Sergio Ramírez https://latinamericanliteraturetoday.org/es/reseñas/el-caballo-dorado-de-sergio-ramirez/ Wed, 25 Sep 2024 03:35:53 +0000 https://latinamericanliteraturetoday.org/?post_type=book_review&p=36808 Madrid: Alfaguara, 2024. 424 páginas.

El caballo dorado de Sergio RamírezLa novela más reciente de Sergio Ramírez (Masatepa, Nicaragua, 1942), Premio Cervantes 2017, se titula El caballo dorado, que resulta ser un caballito de madera bellamente tallado y pintado, que encabeza la manada de caballos de un carrusel. El personaje principal es la princesa María Aleksándrovna, una princesa venida a menos de quien a menudo se dice que es renca y tiene que usar “una férula de tornillos de cabeza avellanada y correas de vaqueta en la pierna izquierda” para caminar. Su padre es un borracho que juega todas las noches al rocambor con sus empleados y pierde día a día lo poco la herencia que recibió. “Ahora no quedan de la antigua posesión sino unas cuantas desiatinas de pastos al pie del peñasco, donde María Aleksándrovna pastorea un reducido rebaño de cabras y ovejas”. A la primera oportunidad la princesa se fuga con el peluquero del pueblo, Anatoli Florea, tallador de los caballitos de madera y presunto inventor del carrusel que habrá de fascinar a las multitudes de finales del siglo XIX. Por eso “en el poste de listones frente a su puerta hay ensartado un corcel dorado, esculpido en madera de abedul, las crines al viento, la cabeza desafiante, los belfos dilatados, y las patas delanteras en actitud de avanzar o de saltar teniendo el vacío bajo sus cascos”.

Como sucede a menudo en las novelas de Ramírez, el curso de la narración provee una investigación sobre el caso, utilizando una gran variedad de documentos, cartas, artículos, reportes policiales, escenas imaginarias y hasta anónimos de dudosa veracidad. Una sección de este capítulo 2 nos presenta un artículo titulado “Anatoli Florea, ¿inventor del carrousel?”, que resulta ser el capítulo 7 del libro Documented History of the Corrousel, publicado en Reino Unido en 1936. Así nos enteramos de que el carrusel ya había sido inventado, lo que no disminuye el talento de Anatoli quien, en sus cuadernos (uno de tapas azules y otro de tapas negras) anota todos los detalles sobre la construcción, mecanismo y diseño de su carrusel. El caballo dorado también es una metaficción sobre el arte de narrar. En el capítulo 1 la princesa compara la versión del cuento de “La caperucita roja” que le cuenta la cocinera del castillo, con la versión de Perrault que lee en un libro que su padre le ha comprado. Esto sirve de preámbulo para los lectores de la novela que en el proceso de lectura nos veamos confrontados con diferentes versiones de las historias, con datos contradictorios y con infidencias que nos obligan a leer con suspicacia. 

El caballo dorado es una de las novelas más eruditas, detalladas y prolijas de Sergio Ramírez, un autor cuya obra se destaca por su complejidad estructural, su riqueza lingüística, su innovación y su diversidad. Desde su primera novela Tiempo de fulgor (1970) Ramírez ha demostrado ser un narrador complejo, dispuesto a levantar telones en su narración para obligar al lector a leer bien, a mirar de nuevo el texto, a releer entre líneas y discernir lo que está sucediendo. Pero también ha demostrado estar sumamente interesado en la realidad de la diégesis, en los detalles, en los olores que circulan en el ambiente y en las marcas de los productos. Es por eso maravilloso adentrarse en esta novela que empieza en Rumania en el siglo XIX, y admirar la riqueza documental que maneja el autor, la proliferación de referencias bibliográficas que revela, o la forma desenfadada en que menciona un hecho y luego lo confirma con una cita o referencia bibliográfica. Veamos por ejemplo en el capítulo 1, cuando habla del príncipe Aleksándr Vasílievich Korchak, padre de María, y cita el libro de Elinor Barber, The Slavic Country side Nobility (1898), para demostrar que ser príncipe no era una gran cosa; el título se usaba para designar a cierta clase campesina propietaria, y no necesariamente una persona poderosa en espera de ocupar el trono. Remata esta explicación citando las novelas de Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, donde “encontramos a cada paso príncipes del montón”.

“El narrador de El caballo dorado está muy consciente de su papel de narrador, e interrumpe en algunos momentos la trama para hacer anotaciones metanarrativas o comentarios sobre los hechos”

En todo caso esta novela puede pecar de enciclopédica y extenderse demasiado en los detalles. El autor ha citado en las entrevistas el ejemplo del arte de pintar los caballos del carrusel, y en especial el de conseguir la tintura particular del caballo dorado. “El dorado refulgente que proviene del cianuro de potasio” es la sección donde se explica la forma de conseguir ese tono, según lo detalla Anatoli en su cuaderno de tapas de hule negro. El cianuro de potasio será también el veneno que, destinado a la princesa, acabará con la vida de Anatoli y sus sueños de inventor del carrusel. La investigación que conlleva la novela es abrumante, sobre todo en la primera parte cuyo mundo es quizás desconocido y distante para los lectores latinoamericanos. En el capítulo 6 cita todos los nombres que se han usado para el carrusel, describe todas las piezas necesarias para construir un carrusel, y en el capítulo 7 encontramos un adendum a la lista de piezas. 

El narrador de El caballo dorado está muy consciente de su papel de narrador, e interrumpe en algunos momentos la trama para hacer anotaciones metanarrativas o comentarios sobre los hechos. A menudo en la novela encontramos secciones impresas en una fuente más pequeña que el texto normal, y cuya procedencia no es claramente identificada. Por ejemplo, la sección titulada “Enconada persecución”, que se compone de cuatro fragmentos. La leemos como parte de la novela hasta llegar al final, pero luego nos enteramos de que se trata de una narración que ocurre en la mente de Vasili Ciprian, empleado del príncipe Aleksánder, quien poco a poco ha ido ganándole todas sus posiciones en los juegos de rocambor. Ramírez echa mano de una enorme variedad de textos narrativos, desde cartas interceptadas, informes policiales, textos históricos, un sueño de Giuseppe Tartini donde hace un pacto con el diablo, el opúsculo del mexicano Julio Sedano quien asegura ser hijo del emperador Maximiliano I, hasta el testimonio del poeta colombiano Julio Flórez, y un artículo de Francisco Huezo.

La última parte de la novela ocurre en Nicaragua en 1910, donde María Aleksándrovna llegará por petición del presidente José Santos Zelaya, para instalar el carrusel que tanto fascina a la gente en Europa. Es de esta forma que el carrusel termina recorriendo muchas de las ciudades y pueblos del país, en ferias y fiestas patronales, ya en estado calamitoso, “quebrada la crin del corcel dorado, las rosas de la collera desportilladas sin remedio, y no pocos de los demás sustituidos por animales de fibra de vidrio”.

El caballo dorado es otra excelente novela de Sergio Ramírez, donde una vez más demuestra ser un maestro del arte narrativo, tener un excelente dominio de la prosa, y una enorme capacidad descriptiva. En una época donde el prosaísmo está de moda y el realismo sucio se impone, esta novela despliega un lenguaje riquísimo y elegante, renovando el compromiso de que la literatura sea ejemplar, entretenida y valiosa.

 

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El asesino melancólico de Jacinta Escudos https://latinamericanliteraturetoday.org/es/reseñas/el-asesino-melancolico-jacinta-escudos-2/ Thu, 12 Nov 2020 22:20:49 +0000 http://latinamericanliteraturetoday.wp/book_review/el-asesino-melancolico-jacinta-escudos-2/ La novela más reciente de Jacinta Escudos (El Salvador 1961) vuelve a uno de sus temas favoritos: la muerte. La novela solamente tiene dos actantes o protagonistas, una mujer llamada Rolanda Herter y un hombre, Blake Sorrow. Como la mayoría de los personajes de Escudos, ambos son seres inadaptados, conflictivos y bastante excéntricos. Roberta desea morir pero no tiene valor para suicidarse, por lo que tiene que contratar a una persona que la mate. Blake trabaja en un estacionamiento y sigue una rutina sumamente rígida y aburrida, hasta que Rolanda se presenta en el estacionamiento y le pide a boca de jarro, que la mate. Blake por supuesto queda estupefacto ante tal pedido, pero la mujer insiste. Estaba lloviendo a cántaros y Rolanda lo invita a subirse al carro y a tomar un café. Así empieza una especie de amistad entre los dos.

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El asesino melancólico. Jacinta Escudos. México: Alfaguara, 2015. Edición Kindle.

El asesino melancólico de Jacinta Escudos

La novela más reciente de Jacinta Escudos (El Salvador 1961) vuelve a uno de sus temas favoritos: la muerte. La novela solamente tiene dos actantes o protagonistas, una mujer llamada Rolanda Herter y un hombre, Blake Sorrow. Como la mayoría de los personajes de Escudos, ambos son seres inadaptados, conflictivos y bastante excéntricos. Roberta desea morir pero no tiene valor para suicidarse, por lo que tiene que contratar a una persona que la mate. Blake trabaja en un estacionamiento y sigue una rutina sumamente rígida y aburrida, hasta que Rolanda se presenta en el estacionamiento y le pide a boca de jarro, que la mate. Blake por supuesto queda estupefacto ante tal pedido, pero la mujer insiste. Estaba lloviendo a cántaros y Rolanda lo invita a subirse al carro y a tomar un café. Así empieza una especie de amistad entre los dos.

Jacinta Escudos se dio a conocer con Cuentos sucios (1997) donde revela ya su mirada crítica sobre la sociedad, las convenciones de la familia, el matrimonio y las relaciones amorosas. Con su novela A-B-Sudario ganó el premio centroamericano Mario Monteforte Toledo en 2002. En 2008 publicó El diablo sabe mi nombre y en 2010 Crónicas para sentimentales. En El asesino melancólico, Escudos vuelve sobre el tema que la preocupa al mostrarnos en Rolanda a una mujer que va por su segundo divorcio. El primer divorcio no le afectó tanto, en cambio el segundo ha sido catastrófico para ella, sorpresivo, porque pensaba que eran felices y la sumió en un estado de depresión suicida.

Blake por su lado es un hombre fracasado, solo, sin dinero, sin profesión, sin personalidad, sin ambiciones, es decir una persona abúlica, deprimida y sin ningún objetivo en la vida. En cierta forma Blake es también un personaje típico de Jacinta Escudos, representando toda la frustración y sinsabores de una persona que no se adapta a las expectativas de la sociedad. Blake rechaza tanto su persona como su entorno. Vive en un pequeño cuarto encima de una lavandería y el olor a jabón invade su vida todos los días. Un olor que odia, como odia también al casero y prácticamente a todas las personas que le rodean. Aunque trabajó un tiempo como contador, hizo innumerables trabajos menores para ganarse la vida y ninguno le satisfizo, hasta que consiguió el trabajo de cuidar un estacionamiento. Lo que más le gustaba de este trabajo es que no tenía que hablar con nadie, simplemente limitarse a cobrar a los clientes que ni siquiera lo miraban a los ojos. A pesar de que la vida de Blake era totalmente inútil, tampoco quería morir. Cuando lo encontramos en la novela tiene 50 años y se preocupa por lo que no ha hecho en la vida, por la falta de sentido de sus acciones y la trascendencia de sus hechos. A pesar de todo eso no se plantea la idea de morir ni de suicidarse.

Aquí se establece un contraste entonces entre Rolanda, quien parece ser una mujer de clase media alta, y Blake que vive en situación de pobreza. Después que su esposo Robert Herter le pide el divorcio, Rolanda estuvo llegando al estacionamiento donde trabajaba Blake durante veintitrés días. Se estacionaba y se quedaba en silencio, no hacía nada, no hablaba con Blake. Blake por su lado la ignoraba, no quería establecer ningún tipo de contacto o relación con una mujer que evidentemente estaba un poco loca.

Toda la novela está escrita en tercera persona, narrada por un narrador omnisciente, extradiegético, pero a partir del capítulo cuatro tenemos acceso a las cartas que Rolanda le escribe a Blake, y que nos dan mucha información sobre su vida personal y su rutina. Desde entonces empiezan a tener conversaciones que giran principalmente en torno a la muerte. Blake se resiste a participar en ese asesinato alegando que él no es asesino, que no tiene experiencia en esas cosas y que probablemente no podría hacerlo bien. Ella lo trata de convencer y le explica lo fácil que es matar a otra persona. Las cartas son cada vez más frecuentes y Blake poco a poco empieza a desarrollar cierto gusto por las mismas. Después del trabajo llega a su habitación y con gran entusiasmo lee la carta que Rolanda le ha dado esa tarde. Finalmente, Rolanda le ofrece pagarle para que la mate y Blake empieza a considerar la idea, piensa en lo que puede hacer con ese dinero, y como puede cambiar su vida.

Al enterarse que a Rolanda le gustaban las sardinas marroquíes, Blake empieza también a comerlas. Vemos entonces que hay un acercamiento entre los dos personajes por medio de la comida, y el acto de comer se convierte en una metáfora de lo que va uniendo a estas dos personas solitarias. Cuando Rolanda le entrega a Blake un sobre lleno de dinero, parece haberse cerrado el compromiso entre los dos. Blake empieza a cambiar sus hábitos modestos y se da pequeños gustos que antes eran inalcanzables. Una tarde Blake le dijo que quería que fueran al mar. En un restaurante frente al mar comieron ostras y conversaron sobre diferentes cosas. Blake tiene intenciones de terminar la relación y desea devolver el dinero. Tiene pensado renunciar a su trabajo para que ella no pueda encontrarlo más. Sin embargo, después de comer ella se levanta y camina hacia el mar, Blake la sigue, ella saca la pistola de su bolso, forcejean, hay un disparo y Rolanda muere.

Blake se traslada a otra ciudad y vive una vida anónima, silenciosa y muy modesta, sin embargo no puede dejar de pensar en la muerte de Rolanda. Hasta que un día alguien toca su puerta. La policía finalmente ha dado con él, lo enjuician, los testigos lo acusan, el mesero que los atendió en el restaurante lo identifica y es condenado a 30 años de cárcel. Para Blake su vida ha terminado, piensa que no podrá sobrevivir en la cárcel, sobre todo por la falta de privacidad y por tener que compartir constantemente con los otros prisioneros. La novela por tanto nos revela la tragedia de un mundo de personas solitarias, fracasadas, que desean morir a falta de verdaderas ilusiones y motivaciones. También nos habla de la cobardía de los seres humanos para quitarse la vida y de los accidentes fortuitos, de las cosas que no deberían pasar, pero pasan, y nunca podemos evitarlas. Esta nueva novela de Jacinta Escudos confirma su gran valor como narradora y sobre todo su mirada atenta a las contradicciones de la sociedad, a la soledad y al fracaso. Los interesados pueden seguir sus artículos, blogs y videos en https://jescudos.com/.

Nicasio Urbina
University of Cincinnati

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Tiempos recios de Mario Vargas Llosa https://latinamericanliteraturetoday.org/es/reseñas/tiempos-recios-mario-vargas-llosa-2/ Sun, 16 Feb 2020 01:33:05 +0000 http://latinamericanliteraturetoday.wp/book_review/tiempos-recios-mario-vargas-llosa-2/ La nueva novela de Mario Vargas Llosa, Tiempos recios, Alfaguara 2019, narra la historia del golpe de estado ocurrido en Guatemala en 1954 para derrocar el Gobierno de Jacobo Árbenz. Esta es una novela muy bien narrada, como todas las novelas de Vargas Llosa, pero que no presenta la complejidad estructural que ha demostrado manejar en otras novelas como La casa verde (1966) o Conversación en La Catedral (1969). Esta es una novela bastante lineal, donde los capítulos de diversas extensiones narran un hilo narrativo de la historia, sin mayores digresiones ni complejidades narrativas.

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Tiempos recios. Mario Vargas Llosa. Barcelona: Alfaguara, 2019.

Tiempos recios de Mario Vargas Llosa

La nueva novela de Mario Vargas Llosa, Tiempos recios, Alfaguara 2019, narra la historia del golpe de estado ocurrido en Guatemala en 1954 para derrocar el Gobierno de Jacobo Árbenz. Esta es una novela muy bien narrada, como todas las novelas de Vargas Llosa, pero que no presenta la complejidad estructural que ha demostrado manejar en otras novelas como La casa verde (1966) o Conversación en La Catedral (1969). Esta es una novela bastante lineal, donde los capítulos de diversas extensiones narran un hilo narrativo de la historia, sin mayores digresiones ni complejidades narrativas. En ese sentido es una novela fácil de leer, relativamente sencilla en su lenguaje y en su estética. No es una novela que hace alarde de proezas narrativas, sino más bien quiere presentar un punto de vista político e histórico. Tiempos recios es una novela que quiere demostrar que el gobierno de Juan José Arévalo y el subsiguiente de Jacobo Árbenz, no eran gobiernos comunistas, sino verdaderos gobiernos democráticos, interesados en modernizar Guatemala, interesados en desarrollar instituciones fuertes y democráticas parecidas a las de los Estados Unidos. Gobiernos interesados en mejorar el nivel de vida de los indígenas guatemaltecos, de la inmensa mayoría de guatemaltecos pobres sin tierra, sin acceso a la educación y a la salud; y que los Estados Unidos cometieron un grave error al apoyar los intereses de la United Fruit Company y unos cuantos terratenientes, en detrimento de las grandes mayorías de guatemaltecos.

La invasión a Guatemala de 1954 ha sido presentada por los Estados Unidos y por algunos historiadores, como una lucha dentro del contexto de la guerra fría para evitar el asentamiento del comunismo soviético en el continente americano. Mario Vargas Llosa es ampliamente conocido por sus ideas conservadoras —él diría liberales—, por su oposición al socialismo y al comunismo internacional; muy conocido por sus críticas a Cuba, a Venezuela, a Nicaragua, a Bolivia y al actual gobierno de México, está proponiendo en esta novela que los Estados Unidos traicionó su propio principio de democracia, la propia esencia de su forma de gobernar, al derrocar al Gobierno de Jacobo Árbenz. Por eso me atrevería a decir que esta es una novela de tesis, una novela donde el principal objetivo es presentar una posición política, y no crear una verdadera obra de arte que cambie el curso de la narrativa hispanoamericana.

El capítulo inicial está dedicado a la United Fruit Company y su fundador Sam Zemurray, quizás el hombre más poderoso de Centroamérica durante el siglo XX. Una figura muy controversial, que controlaba puertos, ferrocarriles, inmensas plantaciones de banano y bancos; un hombre que quitaba y ponía políticos y presidentes. Esta sección narra su amistad con Edward L. Bernays, a quien Zemurray contrató como publicista para cambiar la imagen que la United Fruit Company tenía en los Estados Unidos y en el resto del mundo. Todo ese capítulo inicial es información histórica, es una especie de introducción que lleva por acápite “Antes” y es el pórtico de la novela. A continuación viene el primer capítulo donde entramos directamente en la ficción. Aquí se cuenta la historia de una mujer, un personaje femenino, a quien vamos a conocer como Miss Guatemala, y cuyo nombre completo es Martita Borrero Parra. Martita es una niña al principio de la novela, luego una mujer joven, y finalmente una mujer madura que tiene muchas relaciones con políticos y hombres poderosos, y finalmente una anciana que va a cerrar la novela en el último capítulo con una entrevista con el autor Mario Vargas Llosa. Este final o colofón será titulado “Después”, de forma que la novela empieza con un antes y termina con un después, y en medio vamos a tener 32 capítulos que componen la historia de la invasión norteamericana a Guatemala.

En otro nivel podemos decir que la novela es la historia del abuso de los hombres a una mujer, hombres generalmente mayores, en una posición de poder, que se aprovechan de una niña en el primer caso, luego, de una joven desprotegida y en una situación de riesgo, y finalmente de una mujer que se siente en peligro y tiene que confiar en un hombre poderoso. Es decir que la novela se plantea dentro de esa corriente muy contemporánea del “MeTooMovement” y de la denuncia de abusos de poder por parte de los hombres, con fines sexuales. Podemos decir que es una novela muy contemporánea en ese sentido, muy actual. Mario Vargas Llosa trata quizás uno de los temas más discutidos y más importantes en este momento que vivimos. Oscilando entre estas dos temáticas: la naturaleza de la invasión orquestada por los Estados Unidos y la CIA a Guatemala, y la violencia ejercida sobre las mujeres, Vargas Llosa retrata la situación de Guatemala a mediados del siglo XX y tangencialmente, la situación de República Dominicana y el dictador Rafael Leónidas Trujillo, una realidad que él conoce muy bien y que desarrolló magistralmente en su novela La fiesta del chivo (2000). De esta forma Vargas Llosa representa en la novela la situación de la Guatemala de 1954, la lucha de poder entre el gobierno de la Revolución de octubre, las leyes que el gobierno de Jacobo Árbenz estaba tratando de aprobar, y la formación del ejército liberador de Carlos Castillo Armas, que desde Honduras, y apoyado por los Estados Unidos, invade Guatemala, derroca al Gobierno de Jacobo Árbenz, pone en prisión a centenares de personas, las tortura, las asesina, y obliga en numerosos casos a buscar asilo político en diferentes embajadas. Castillo Armas revierte muchos de los logros del gobierno de Jacobo Árbenz, restituye a la United Fruit Company sus enormes privilegios, y establece de nuevo un régimen clasista, racista y retrógrado en Guatemala.

Un tercer tema de la novela es el tratamiento de los hombres fuertes, la psicología del poder, la personalidad de un dictador como Rafael Leónidas Trujillo o Carlos Castillo Armas. El autor parece estar interesado en explorar el tipo de admiración que desarrollan estos personajes, de qué forma se relacionan las personas que trabajan para ellos, qué tipo de dependencia se establece entre un dictador de mano dura como Trujillo y un hombre que llegó al poder por el apoyo de los Estados Unidos como Castillo Armas, pero que no tiene el carisma ni la fuerza, ni infunde el respeto del dictador dominicano. Por otro lado tenemos un personaje como Abbes García, que de ser un pequeño e insignificante reportero hípico, llega a ser el estratega de seguridad nacional de Trujillo, se especializa en todo tipo de torturas y logra crear un sistema de terror que permitiría a Trujillo tener total control de la situación en República Dominicana, y de tener una enorme influencia en el Caribe y Centroamérica. Un personaje que aun cuando ya muerto Trujillo, y él en fuga, se siente feliz de haber servido a un hombre como el jefe, aunque se haya bañado las manos en sangre. Esta es por tanto una novela muy actual, que incide en los temas que afecta a América Latina en esta atribulada segunda década del siglo XXI.

Nicasio Urbina
University of Cincinnati

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Ya nadie llora por mí de Sergio Ramírez https://latinamericanliteraturetoday.org/es/reseñas/ya-nadie-llora-por-mi-sergio-ramirez-2/ Thu, 26 Jul 2018 00:04:29 +0000 http://latinamericanliteraturetoday.wp/book_review/ya-nadie-llora-por-mi-sergio-ramirez-2/ Ya nadie llora por mí. Sergio Ramírez. Madrid: Alfaguara. 2017. 356 páginas.

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Ya nadie llora por mí. Sergio Ramírez. Madrid: Alfaguara. 2017. 356 páginas.

Ya nadie llora por mí de Sergio Ramírez

La novela más reciente de Sergio Ramírez (Nicaragua 1942), Ya nadie llora por mí, regresa a la novela policiaca con el inspector Dolores Morales, protagonista de su novela policiaca anterior, El cielo llora por mí (2009). Sergio Ramírez, quien recientemente ganó el premio Cervantes, el premio más importante de la lengua española, nos entrega ahora una novela que sorprende por su lenguaje popular, a ratos vulgar, representando el habla callejera nicaragüense. Sergio Ramírez se ha caracterizado por sus novelas de gran complejidad estructural como ¿Te dio miedo la sangre? (1978), por la calidad de su prosa como en Castigo divino (1988), por el desarrollo inteligente de los personajes como en Margarita, está linda la mar (Premio Alfaguara 1998), y por su habilidad para imitar el lenguaje de diferentes estratos de la sociedad y diferentes países, como el dialecto de la burguesía costarricense en La fugitiva (2011). Por eso no es sorprendente en esta novela el manejo de lenguaje popular nicaragüense, a ratos soez, ya que como postulo en esta reseña, la novela se propone representar el lenguaje de las calles de Managua, el habla popular de los barrios bajos de la ciudad, y el lenguaje del lumpen proletariado.

En Ya nadie llora por mí nos enfrentamos a un caso de abuso doméstico, un problema verdaderamente serio en Nicaragua, en América Latina y en gran parte del mundo en general. Marcela es una  muchacha joven quien sufre de abuso sexual por parte de su padrastro, Miguel Soto Colmenares, empresario multimillonario, muy conocido en el país con empresas en diversos rubros. Soto ha contratado a la compañía de investigaciones privadas de Morales para encontrar a su hijastra. Desde el principio de la novela el lector sospecha que se trata de un caso del abuso sexual, por lo que podemos decir que la novela no es nada original ni sorprendente. Como lectores, podemos anticipar lo que vendrá a continuación lo que en cierta forma malogra la novela. Especialmente para los lectores familiarizados con la historia de Nicaragua, este caso nos remite a la acusación de abuso sexual que la hijastra del dictador Daniel Ortega, Zoilamérica Narváez Murillo, ventiló en los medios de difusión y en las cortes nacionales e internacionales en 1998. Claramente estamos frente a un caso en el que la ficción copia a la realidad. Aunque la trama de la novela no es muy sorprendente ni original, creo que la novela es valiosa, ya que el novelista se ha propuesto recrear la situación de una sociedad corrupta, polarizada entre los predicadores religiosos, los políticos vendidos y los empresarios vulgarmente enriquecidos. El lenguaje popular, soez y vulgar, que utiliza generalmente el pueblo de Nicaragua en sus conversaciones forma parte de ese mural que la novela nos presenta. Muchos de los personajes de esta novela son personas del pueblo, algunos son dirigentes sandinistas, otros son trabajadores de la basura, desamparados y drogadictos, y el autor ha tratado de reflejar ese estrato del lenguaje nicaragüense en su novela.

Otra cosa muy interesante que observamos en Ya nadie llora por mí es la presencia de un interlocutor que está constantemente dialogando con los personajes, sin él ser un personaje vivo en la novela. Me refiero a Lord Dixon, personaje de la novela anterior El cielo llora por mí y quien murió en esa ficción. En esta secuela, Ramírez le hace una especie de homenaje por medio de la voz en off que está constantemente conversando con nosotros los lectores, acotando las cosas que dicen los personajes. Esta es una función muy interesante y única, ya que los personajes como Morales o su asistente Sofía, no escuchan los comentarios que hace Lord Dixon. Solo nosotros, los lectores, somos los únicos que escuchamos su presencia constante a lo largo de la novela.

Ya nadie llora por mí juega con diferentes planos narrativos y clases sociales. Por un lado tenemos a la familia de Marcela que es una de las familias más ricas de Nicaragua, su padre Miguel Soto le recuerda al narrador “a Gianni Agnelli, el difunto magnate de la Fiat” (24). El primer encuentro será en la mansión de Miguel Soto, donde el menú del desayuno se imprime todos los días para que el señor escoja lo que va a pedir, como si fuera un restaurante. A ese nivel de lujo y de abundancia se contraponen las clases más pobres y desposeídas de la sociedad nicaragüense, los niños huele pega, los hambrientos, los marginados que comen todos los días en un hogar de misericordia. También tenemos a un personaje como el Rey de los Zopilotes, un sandinista que tiene control del negocio de la basura, quien tiene un zopilote amaestrado como mascota, y quien se ha convertido en un hombre con ciertos recursos económicos y poder. El teniente Fajardo representa a la fuerza policial, corrupta y al servicio de la dictadura, y por supuesto no podía faltar la compañera Rosario Murillo, esposa del dictador Ortega y vicepresidente de la república por decreto. En la novela aparece bajo el nombre de Sai Baba, y el teniente Fajardo la llama para pedirle autorización para realizar ciertos interrogatorios.

Si en sus novelas anteriores Sergio Ramírez había recurrido al correo electrónico, en Ya nadie llora por mí tenemos a twitter como uno de los protagonistas, sobre todo hacia el final de la novela, cuando en una conferencia de prensa en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Marcela denuncia la violación de la que ha sido víctima a manos de su padrastro. Esta es por tanto una novela muy contemporánea en cuanto a los elementos que la componen, arraigada firmemente en la realidad histórica de la Nicaragua actual, y novedosa en cuanto al recurso narrativo de la voz en off de un personaje muerto. El género policiaco le ha servido a Sergio Ramírez para mostrar la corrupción y los bajos fondos de la alta burguesía de Nicaragua, así como de su clase media, y su lumpen proletariado. Ya nadie llora por mí es sin duda una buena novela, que se lee fácilmente y entretiene, pero no la clasificaría entre las mejores novelas de Sergio Ramírez.

Nicasio Urbina
University of Cincinnati

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La noche de la usina de Eduardo Sacheri https://latinamericanliteraturetoday.org/es/reseñas/la-noche-de-la-usina-eduardo-sacheri-4/ Tue, 10 Jan 2017 23:01:20 +0000 http://latinamericanliteraturetoday.wp/book_review/la-noche-de-la-usina-eduardo-sacheri-4/ La noche de la usina. Eduardo Sacheri. Barcelona: Random House, Alfaguara. 2016. 362 páginas.

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La noche de la usina de Eduardo SacheriLa noche de la usina. Eduardo Sacheri. Barcelona: Random House, Alfaguara. 2016. 362 páginas.

 

La novela de Eduardo Sacheri, (Buenos Aires 1967), ganadora del premio Alfaguara 2016, nos lleva a la crisis argentina del 2001, cuando el gobierno de Fernando de la Rúa impuso las restricciones económicas conocidas como “el Corralito” y miles de argentinos vieron sus ahorros secuestrados. Esta es por tanto una novela de la crisis del neoliberalismo, una novela sobre el capitalismo salvaje, acerca de las maniobras financieras que permiten a un pequeño grupo aprovecharse de las mayorías y enriquecerse rápidamente. Es una novela sobre la ambición económica y sobre la obsesión humana por acumular riquezas.

La acción de la novela ocurre en un pueblo llamado O’Connor, cerca de General Villegas, en la provincia de Buenos Aires, justo donde empieza la pampa. Un pueblo pequeño de gente sencilla, que se conoce mutuamente y donde todo se sabe. En ese contexto pueblerino se plantea la historia de esta novela, donde un banquero y un negociante inescrupuloso le roban los ahorros a un grupo de hombres de clase media baja, que querían hacer un negocio que beneficiara al pueblo. El personaje principal es Fermín Perlassi, quien de joven fue jugador de fútbol, se fue a Buenos Aires a jugar en un equipo y luego regresó al pueblo. Con el dinero que había ganado en la capital compró una estación de servicio de gasolina y se ganaba la vida tranquilamente en su negocio con su esposa y su hijo.

La novela está escrita en un estilo conversacional, narrada en tercera persona por un narrador omnisciente que demuestra tener afecto por los personajes pobres de su novela. A menudo el narrador usa frases dubitativas que empiezan con “digamos”, “tal vez”, “acaso”. Es decir, narra con un tono un tanto incierto, como si no estuviera muy seguro de lo que está contando, o como si estuviera tratando de comprender las cosas a medida que las está narrando. Esto le da a la novela un aire de familiaridad, una especie de confidencia, como si estuviéramos sentados juntos en un café escuchando lo que nos está contando el autor. Sacheri es conocido por su novela La pregunta de sus ojos (2005), que luego Juan José Campanella llevó al cine bajo el título El secreto de sus ojos (2009) y ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 2010.

Fortunato Manzi es el hombre de negocios, vivo y exitoso, que aprovecha toda oportunidad para ganar más dinero. Entre los varios negocios que tiene, se cuenta una gasolinera situada en la entrada al pueblo por la nueva carretera y por lo tanto le quita mucho negocio a la gasolinera de Perlassi. Manzi, coludido con Alvarado, el gerente del banco, se quedará con los dólares que Perlassi y sus amigos habían depositado mientras compraban la Milagrosa, una fábrica abandonada, cuyos silos quieren usar para acopio de granos. Justo ese fin de semana el gobierno argentino declara el Corralito y el lunes se despiertan con la noticia que no pueden sacar su dinero del banco. Unos meses después se dan cuenta que Manzi ha construido una bóveda en medio del campo para guardar sus dólares y seis hombres honrados pasan por mil peripecias para recuperar su dinero.

La esposa de Fermín Perlassi es Silvia, una mujer tranquila y cariñosa quien muere en un accidente automovilístico, una mañana en que ambos iban a hacer una diligencia. La muerte de Silvia destruye a Perlassi, quien nunca se recupera de ese dolor. Aunque le queda su hijo Rodrigo, con quien trata de establecer una buena relación, Perlassi es casi un hombre muerto: ha perdido su dinero y el de sus amigos, y además a su mujer. De esta forma tenemos el complemento de la tragedia que da pie a la historia que cuenta la novela. La única forma en que Perlassi se puede reivindicar es recuperando el dinero.

Antonio Fontana es amigo íntimo de Perlassi y tiene en su casa una gomería, una tienda donde reparan ruedas y neumáticos. Es fanático de Raúl Alfonsín y va a ser uno de los compañeros clave en la historia que cuenta la novela. Francisco Lorgio es el tercer personaje principal de esta novela, dueño de una compañía de transporte, una persona acomodada económicamente y tiene un hijo que se llama Hernán, con quien no tiene muy buenas relaciones que digamos. Lorgio sufre de la tristeza del inmigrante, la tristeza que vio en sus padres que emigraron de Italia y que nunca lograron adaptarse totalmente a la Argentina, una nostalgia de raigambre profunda y apesadumbrada. El cuarto de este grupo de amigos es Alfredo Belaúnde, jefe de estación del ferrocarril, quien conduce un automóvil Citröen 2 caballos, tan viejo, que todos sus amigos le hacen bromas cuando lo llama automóvil. Entre los cuatro y otras personas más del pueblo logran recoger 242.000 dólares que  van a invertir en la compra de la Milagrosa, con sus silos abandonados en las afueras del pueblo, para ponerlos a funcionar y acopiar granos en la época de cosecha. Cuatro amigos entonces que planean hacer un negocio en su vejez, que a la vez ayude a los agricultores de la zona, guardando sus cosechas para venderlas mejor.

En la novela no hay muchas referencias literarias. En la página 94, cuando están hablando del foso que hizo cavar Manzi para guardar todo su efectivo, Perlassi hace referencia al cuento de Bioy Casares “Cavar un foso”, incluido en el libro El lado de la sombra (1962). En la página 331, Rodrigo, hijo de Fermín Perlassi, hace una referencia a Los centuriones, novela de Jean Larteguy, pero La noche de la usina no es una novela erudita ni mucho menos. Como toda la obra de Sacheri, es una novela de problemas humanos, que se lee fácilmente y que llega a sus lectores. Tampoco es una novela con muchas referencias cinematográficas, pero cuando Perlassi está pensando cómo robar la bóveda, se dedica a ver películas de asaltos en busca de ideas. Las cintas que ve son filmes de Hollywood pirateados, confiscados por el gobierno, y que un amigo le presta. La novela por tanto está dirigida a un público amplio y masivo.

Perlassi y sus amigos no quieren robarle su dinero a Manzi, quieren recuperar lo que les robó a ellos. Por eso la idea es llevarse sus $242.000 y dejar el resto, pero llegado el momento, y como las cosas no salen muy bien, cargan con todo el dinero que estaba en la bóveda pensando devolverle su parte a Manzi. Al final de la novela, Hernán, el hijo de Belaúnde, desaparece con el dinero restante. Por tanto podemos decir que el tema principal de esta novela es la honradez, la honestidad, algo que claramente el gobierno argentino no demostró tener y algo que se estila muy poco en nuestro tiempo.

La novela es también una novela sobre el amor y la amistad. Rodrigo Perlassi, que ha estado haciendo como que cuida las plantas en la oficina de Manzi se enamora de la secretaria, Florencia, una mujer muy bella, pero en realidad nunca le confesó su amor. Pasan muchos meses y en el epílogo de la novela se la encuentra en una calle en La Plata, la ciudad donde estudia, y en ese momento Florencia le cuenta que está enamorada de él y se quedan juntos.  Pero la verdadera historia de amor de la novela es la de Fermín Perlassi y su mujer Silvia, que termina trágicamente en el accidente de tránsito que ya mencioné. Perlassi nunca se recupera de esa tragedia y la novela nos muestra a un hombre que lo ha perdido todo, pero trata de reencontrarse en una especie de venganza, haciendo justicia para él y sus amigos.

La noche de la usina es una novela relativamente sencilla en su estructura, fácil de leer, interesante, de corte comercial como casi todas las novelas premiadas por Alfaguara, pero que refleja la tragedia de una sociedad corrupta, donde un pequeño grupo de hombres honestos tratan de defenderse de la rapiña del capitalismo salvaje.

Nicasio Urbina
University of Cincinnati

 

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