Nota del editor:
De las catorce series en que se organiza el enorme archivo “Enrique Lihn papers 1941-1988”, en las Colecciones Especiales del Getty Research Institute de Los Ángeles, California, la dedicada a la correspondencia de Lihn ocupa un espacio considerable. En total, ocho cajas de cartas intercambiadas, a lo largo de cuarenta años de profesión poética, con corresponsales de todo el espectro cultural, crítico y político. Ofrecemos aquí una muestra de esta producción epistolar: la carta que Enrique Lihn envió a Héctor Libertella, autor de Nueva escritura en Latinoamérica (1977), entonces ubicada en la Ciudad de México.
roberto brodski
miércoles 29. 82
Estimado Héctor: Ayer recibí tu carta y la extravié, aparentemente entre Marcel Duhaut (la casa de mi madre) y mi propia residencia –Prefiero recibir la correspondencia edípicamente: casi nunca estoy en mi “casa” propia y vivo más que solo , poco menos que abandonado por el otro reino de las madres emisarias, un par de veces a la semana– es todo un poco deprimente, claro. Celebro, pues, tu decisión de convertirte en patriarca y espero que te dure todo lo que dure lo que dure. A mis 53 años soy una triste mezcla de soltero y mujeriego; para no romper demasiado el molde, me “enamoré” de una jovencita de la edad de mi hija, y en el proceso me ha pasado de todo, desde asalto armado o desarmado en mi casa o en la calle, salir de viaje (a N. York) abreviado, hasta ad hocsobreproducción poética (con la que no estoy del todo descontento, hay cosas salvables ahí, las revisaré). Los únicos vicios que he podido abandonar son el alcohol y el cigarrillo, causantes de dos momentos en los que he creído oír la voz de la Muerte en una “ upa chalupa ” (infarto en Barcelona, martes 13 de enero del 81, figura en mi agenda). Aparte de eso soy bene ma non tanto. Eso es por una obstinación de piedra (prohibido escribir en las cuevas). Estoy tratando –no sé por qué– de conseguir una revista; pero la autorización podría tardar meses. Yo tampoco puedo publicar libros en Chile, y hay manipuladores arraigados en los diarios y revistas que cierran la entrada a los que no tienen plataforma. La disidencia es una máquina burocrática, a su vez, en la que no se puede entrar sin una licencia en la mano. La literatura no existe. Por todo ello respondo a su invitación editorial con los siguientes proyectos. A) El conjunto de conferencias que dimos como grupo en 1977 como homenaje a Lezama Lima y sobre él, en el Goethe Institut, se convirtieron en artículos o ensayos. Los autores somos Adriana Valdés, Carmen Foxley, Cristián Huneeus y yo. Este podría ser el aporte chileno a una colección independiente –ni cubana ni cubanofílica ni fidelófica– sobre el tema. Puedo enviarle los artículos pronto. B) Una colección de mis artículos, algunos de ellos publicados enVuelta , y prólogos, notas y C) un libro que pensé en Estados Unidos con el título Pompier a la venta . En español se llamaría Pompier, ejemplo (paradigma) del Arte de la Palabra o lo que sea. Este es el libro que, obviamente, más me interesa. Algo que combina ficción y teoría, de EL y sobre EL Una extensión de La orquesta [refiriéndose a la novela La orquesta de cristal , 1976] y de A. de la P. [refiriéndose a la novela El arte de la palabra , 1980] eso incluye lo que se ha escrito sobre esos textos y páginas de Pompier y sus amigos. Adjunto la ponencia de Robert Hozven –autor de El estructuralismo francés,auténtico discípulo de Barthes, actual profesor de la Universidad Católica de Washington– del MLA en diciembre del 81 en Nueva York. Falta en la versión que les envío la parte ficticia del ensayo (carta a Pompier de un personaje de su linaje). Incluyo tu texto sobre la Orquesta y el que estás preparando sobre la máquina parlante; Traduciría inmediatamente el artículo de George Yúdice (está en Derechos de Autor ). Tengo un texto del poeta Oscar Hahn, “Los efectos de realidad en un cuento de Enrique Lihn”, y “ El arte de la palabra, la subversión del relato”, de Juan Carlos Lertora (Skidmore College); el efecto del arte mismo en una autobiografía de Cristián Huneeus, un par de reseñas memorables. En mi mente estos materiales alternarían con un par de fragmentos de el arte de la Palabra y Orquesta [sic], parte de la colección de cartas de Pompier de los últimos años ( Cartas salvadas , Nueva York, en colaboración con Pedro Lastra), un estudio sobre algunos sonetos y notas de Pompier en Buenos Aires, 1976, un par de cartas abiertas del propio Pompier sobre temas culturales en el país de los apagones; la anotación que aparece en A. de la P. y la lectura sobre mis novelas con la que Derechos de Autorcomienza, más una reseña o auto-revisión que no ha sido publicada. El libro podría tener un prólogo encuadernado por Pompier o etc [sic]. También un capítulo de Conversaciones con Enrique Lihnde Pedro Lastra, libro publicado por la Universidad Veracruzana en 1980. Hacer un libro de ensayos reales que se leen como una novela, como parte de un acontecimiento o algo así. ¿Qué piensas? Sofisticación entrelazada, sofistería y vulgaridad, todos los huevos en la misma canasta. Dos o tres de estos proyectos podrían ser compatibles y otros podrían surgir de la Asamblea General de la Reciprocal Hype Society, algo que planeamos en los cafecitos de Palermo. Si todos ustedes estuvieran en Baires ya hubiera hecho un tercer viaje allá, pero México es inaccesible con pasaporte chileno; ojalá, pues, en N. York, que “tiene sus momentos”, y dentro de los próximos meses, no se posponga indefinidamente. Dale mi cariño a Tamara, me llena de ilusión por su libro, un abrazo de parte
Enrique Lihn
© Fundación J. Paul Getty. Instituto de Investigación Getty, Los Ángeles (990050)
Traducido por Adrián Demópulos